Pulsar para escuchar algunos de los temas de la banda
sonora compuesta para el documental sobre el viaje
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“El Camino del Alma” da nombre al viaje que Miguel Ángel Gimeno
García y Juan Francisco Fernández Ruiz realizaron a pie entre los años
2001 y 2002 desde Madrid a Jerusalén.
El origen de este periplo se
encuentra en el Camino de Santiago en el que ambos coincidieron en 1998
y que terminaron unidos en una profunda amistad que surgió con el paso
de los kilómetros que les llevaron hasta
la Ciudad
del Apóstol.
Al iniciar el viaje Juan Francisco Fernández Ruiz, Kiko para los amigos,
tenía 42 años. Físicamente era un hombre muy fuerte que gustaba de
realizar actividades que supusieran un intenso contacto con la
naturaleza, de la que era un fervoroso enamorado. Además de aficionado
al alpinismo, era cinturón negro de taekwondo, había practicado el
parapente, el barranquismo y otros deportes de riesgo. Sin embargo, su
gran afición era la practica de las técnicas de supervivencia el por que
realizaba el Camino era aquel esfuerzo por el restablecimiento de una
persona muy querida que acababa de sufrir una operación quirúrgica.
Esta experiencia fue para Miguel Ángel Gimeno similar a la de los
primitivos caminantes, llevándole a pensar que no estamos tan solos en
este mundo como a menudo creemos en ella, ambos caminantes recibieron
ayuda cuando realmente la necesitaba; aquellas veces cuando,
ahogados por el calor, una brisa fresca, casi prodigiosa y surgida del
improvisto, aliviaba su cansancio; o aquella vez que estando Miguel
Ángel sin ropa apropiada y desprotegido, aparecía en la trocha del monte
un paraguas perdido, justo unos momentos antes de que empezara a
diluviar.
Aquellos fueron días esclarecedores en los que sucedieron muchos sucesos
notables, preludio de que los que vivieron luego durante el camino a
la Ciudad
Santa. Este fue el
motivo del viaje a Jerusalén; la decisión de llevarlo a cabo fue tomada
espontánea, por señales que los caminantes interpretaron como
definitivas, simplemente arrinconando el temor y aceptando todo aquello
que El Camino les pudiera deparar.
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